“¡¡No me gusta el pollo, ni el pescado!!” Esta frase me la han manifestado bastante últimamente algunas de mis alumnas, que sufren cuando están haciendo sus procesos nutricionales y les recomiendan consumir más proteína animal (debido a sus características metabólicas individuales). En parte creo que esta aversión al pollo y al pescado (y también a la carne), se debe a la forma como se están alimentando estos animales para el consumo humano. Por eso, y porque tengo un compromiso con el medio ambiente, promuevo el consumo responsable; y en la red de proveedores que recomiendo hay personas dedicadas a la producción responsable de algunos productos de origen animal.
Esto también se relaciona con nuestro tema del mes PROVIDA; ya que estos productos responsables son “más limpios” (es decir tienen menos sustancias dañinas). Hoy en nuestra receta usaremos pollo, pero le daremos un toque de sabor diferente con una ¡sazón sorpresa! Recuerda que el secreto está en el origen y la forma de preparar los alimentos.
Ingredientes
- 1 porción de lomitos de pechuga o contramuslo
- 2 cucharadas de queso crema de cabra
- 1/4 tz de lechada de almendras (más rica si la haces en casa)
- 1 pisca de canela molida
- 1 pisca de cacao en polvo
- Sal marina y Pimienta al gusto
Preparación
- Picar la pechuga o el contramuslo en trozos pequeños.
- Calentar la sartén muy bien, agregar la ghee y sellar e pollo.
- Una vez sellado agregar sal marina al gusto, la canela y el cacao en polvo. Mezclar y esperar unos segundos para que las especias se activen con el calor.
- Incorporar los champiñones, y si deseas agregar un poco de pimienta y mezclar. Cuando los champiñones empiecen a ablandarse, agregar el queso de cabra y la lechada de almendras. Mezclar para que todos los ingredientes se integren.
- Dejar cocinar unos minutos hasta que el pollo esté completamente hecho. Listo para servir!
Cuéntame si la probaste y con qué elegiste acompañar esta preparación.
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